
Los rollitos de primavera, también conocidos como rollitos de verano, son un plato fresco y ligero, perfecto para los meses más cálidos. Originarios de la cocina vietnamita, estos rollos transparentes repletos de verduras, hierbas aromáticas, fideos de arroz y, a menudo, camarones o cerdo, son una explosión de sabores y texturas. La clave para disfrutar al máximo de esta delicia reside en la salsa con la que se acompañan, ya que esta realza y complementa los ingredientes del rollito.
La elección de la salsa es crucial, pues definirá la experiencia gustativa. Si bien existen opciones tradicionales, cada vez más personas experimentan con diferentes combinaciones para crear salsas personalizadas que se adapten a sus preferencias. Desde opciones dulces y picantes hasta salsas más suaves y cítricas, la versatilidad de los rollitos de verano permite una amplia gama de armonías de sabor.
Salsa de Cacahuete Clásica
La salsa de cacahuete es quizás la acompañamiento más reconocido para los rollitos de verano. Su sabor rico y cremoso, con un toque dulce y umami, crea un contraste delicioso con la frescura de los ingredientes del rollito. La receta tradicional suele incluir mantequilla de cacahuete, salsa de pescado, jugo de limón, azúcar y un poco de chile para darle un toque picante.
La versatilidad de esta salsa permite adaptarla a diferentes paladares. Para aquellos que prefieren un sabor más dulce, se puede agregar más azúcar o miel. Si se busca un picante más pronunciado, se puede añadir más chile fresco picado o salsa sriracha. Incluso, algunos cocineros incorporan jengibre rallado o ajo para una mayor complejidad de sabor.
Servir la salsa de cacahuete ligeramente diluida con un poco de agua o caldo de verduras ayuda a que se adhiera mejor a los rollitos y facilita su inmersión. Decorar con un poco de cacahuete picado y cilantro fresco le añade un toque visual atractivo y un extra de sabor y textura.
Salsa de Hoisin y Sésamo
La salsa de hoisin, de origen chino, aporta un sabor agridulce y complejo que combina muy bien con los ingredientes de los rollitos de primavera. Mezclada con aceite de sésamo, vinagre de arroz y un poco de chile, se crea una salsa irresistiblemente sabrosa. El aceite de sésamo, en particular, añade un aroma tostado y una profundidad de sabor única.
A diferencia de la salsa de cacahuete, la de hoisin y sésamo tiende a ser menos cremosa. Por ello, es ideal para aquellos que prefieren una salsa más ligera y fluida. Para equilibrar la dulzura de la hoisin, se puede añadir un poco más de vinagre de arroz o jugo de limón.
Una variante interesante es incorporar un poco de pasta de sésamo (tahini) a la salsa para potenciar su sabor a sésamo y crear una textura más untuosa. Servir esta salsa con unas semillas de sésamo tostadas por encima añade un toque crujiente y visualmente atractivo.
Salsa de Pescado Dulce y Picante
La salsa de pescado, un ingrediente fundamental en la cocina asiática, puede ser la base de una salsa sorprendentemente refrescante para los rollitos de primavera. Combinada con jugo de limón, azúcar, ajo picado y chile, resulta en una salsa dulce, picante y con un sutil toque umami.
Es crucial utilizar una salsa de pescado de buena calidad para evitar sabores demasiado fuertes o amargos. La clave está en equilibrar los ingredientes para que ninguno domine sobre los demás. El azúcar ayuda a contrarrestar la salinidad de la salsa de pescado, mientras que el ajo y el chile añaden complejidad y un toque picante.
Para una versión más suave, se puede reducir la cantidad de chile o incluso eliminarlo por completo. Servir la salsa con unas hojas de cilantro picado y un poco de pepino rallado le aporta frescura y una textura crujiente.
Salsa de Mango y Chile

Si buscas una opción más exótica y tropical, la salsa de mango y chile es una excelente elección. La dulzura del mango maduro se combina a la perfección con el picante del chile, creando un contraste de sabores que es absolutamente adictivo. Añadir un poco de jugo de limón y cilantro fresco realza aún más los sabores.
Para obtener una salsa más suave y cremosa, se puede utilizar mango congelado y procesarlo hasta obtener un puré. Si se prefiere una textura más rústica, se puede cortar el mango en cubos pequeños y mezclarlo con los demás ingredientes. La clave es utilizar un mango maduro y jugoso para que la salsa tenga un sabor intenso.
Esta salsa es particularmente buena con rollitos de primavera que contienen camarones o pollo, ya que el dulzor del mango complementa muy bien el sabor de la carne. Servir con un poco de menta fresca picada añade un toque de frescura y aroma.
Salsa de Yogur y Hierbas
Para una opción más ligera y saludable, la salsa de yogur y hierbas es una alternativa deliciosa. El yogur natural (griego o natural sin azúcar añadido) se combina con hierbas frescas como menta, cilantro y cebollino, además de un poco de jugo de limón y ajo picado. Esta salsa es refrescante, ligera y aporta un toque de acidez que equilibra la riqueza de los rollitos.
Elegir un yogur de buena calidad es fundamental para obtener una salsa cremosa y sabrosa. Se puede añadir un poco de pepino rallado y exprimido para aumentar la frescura y la hidratación de la salsa. La cantidad de ajo se puede ajustar según el gusto personal.
Esta salsa es ideal para aquellos que prefieren evitar los sabores intensos y picantes. Servir con un poco de pimienta negra recién molida y un chorrito de aceite de oliva virgen extra le añade un toque de sofisticación.
Conclusión
En definitiva, la elección de la salsa perfecta para los rollitos de verano es una cuestión de preferencia personal. La versatilidad de este plato permite explorar una amplia gama de sabores y texturas, desde las opciones clásicas como la salsa de cacahuete hasta las combinaciones más innovadoras como la salsa de mango y chile. Lo importante es experimentar y encontrar la salsa que mejor complemente los ingredientes del rollito y realce su sabor.
No duden en probar diferentes salsas e incluso crear sus propias versiones. Añadir un toque personal a la salsa puede marcar la diferencia y transformar un plato sencillo en una experiencia culinaria inolvidable. Recordad que la clave está en el equilibrio de sabores y en la calidad de los ingredientes.