
La cocina tailandesa es mundialmente famosa por su explosión de sabores: dulce, ácido, salado, picante y umami, a menudo en un solo plato. La versatilidad de sus ingredientes y técnicas culinarias se extiende a la creación de dips y salsas, perfectos para acompañar vegetales frescos, brochetas de carne, rollitos de primavera o incluso como una simple y sabrosa guarnición.
Más allá de la famosa salsa de cacahuete, existe un universo de dips fríos inspirados en Tailandia que ofrecen una experiencia gastronómica refrescante y llena de matices. Estos dips no solo potencian el sabor de los alimentos, sino que también aportan una sensación de frescura ideal para climas cálidos o para quienes buscan alternativas ligeras y saludables.
Nam Jim Jaew (Dip de Pimientos Asados)
Nam Jim Jaew, originario del norte de Tailandia, es un dip picante y ahumado que destaca por su uso de pimientos chile asados. Tradicionalmente se sirve con carne a la parrilla, pero su versatilidad le permite complementar una amplia variedad de platos. La clave de este dip reside en el equilibrio entre el picante, lo salado y el toque ligeramente dulce.
La preparación incluye chiles rojos asados, ajo, cebolla shallot, salsa de pescado, zumo de lima y, a veces, un toque de azúcar de palma. El proceso de asado intensifica el sabor de los chiles y aporta una nota ahumada que lo hace irresistibly adictivo. Se puede ajustar el nivel de picante a gusto personal, añadiendo más o menos chiles.
Este dip es ideal para mojar crudités de verduras, como zanahoria, pepino o apio, e incluso para untar sobre tostas de pan. Para una experiencia más auténtica, se puede acompañar con carne de cerdo o pollo a la parrilla, evocando los sabores tradicionales del norte de Tailandia.
Salsa de Cacahuete Tailandesa (Satay)
La salsa de cacahuete tailandesa, o salsa satay, es probablemente la salsa asiática más conocida fuera de Tailandia. Su sabor es una deliciosa combinación de dulce, salado y picante, con un fuerte sabor a cacahuete. Es la compañera perfecta para brochetas de pollo satay, rollitos de primavera o incluso para mojar verduras.
La base de esta salsa es la pasta de cacahuete, que se combina con leche de coco, salsa de soja, zumo de lima, azúcar de palma y, opcionalmente, un poco de chile para añadir un toque de picante. Algunos chefs también incorporan jengibre, ajo y especias como el comino o el cilantro para realzar aún más su sabor.
Más allá de los satays y rollitos, esta salsa es excelente para aliñar ensaladas de fideos de arroz o como salsa para untar en sándwiches. Su cremosidad y sabor intenso la convierten en una opción versátil y apetitosa para cualquier ocasión.
Salsa de Ciruela Agridulce
Esta salsa, a menudo utilizada en platos de cerdo asado tailandés (Moo Krob), ofrece un contraste delicioso entre lo dulce, lo ácido y lo salado. A pesar de su dulzor inicial, la salsa de ciruela agridulce tiene una complejidad de sabores que la hacen infinitamente más interesante que una simple salsa dulce. Sirve como contraste delicioso para platos fritos y carnes.
Los ingredientes principales incluyen ciruelas chinas (también conocidas como ciruelas agrias), salsa de pescado, azúcar de palma, vinagre de arroz y, a veces, un poco de chile para darle un toque de calor. La elaboración consiste en cocer las ciruelas hasta que se ablanden, luego se agregan los demás ingredientes y se cocinan a fuego lento hasta obtener una consistencia espesa y brillante.
Es una salsa ideal para mojar albóndigas de cerdo, costillas a la parrilla o incluso tofu frito. También se puede utilizar como aderezo para ensaladas de verduras asiáticas, o como salsa para acompañar rollitos de primavera frescos.
Salsa de Mango Verde (Nam Jim Wan)

El Nam Jim Wan, o salsa de mango verde, es una salsa refrescante y vibrante que destaca por su sabor agridulce y ligeramente picante. Utiliza mango verde inmaduro, que aporta una acidez distintiva que contrasta con el dulzor de la salsa de pescado y el azúcar. Es un acompañamiento ideal para mariscos y ensaladas.
La preparación es simple: se ralla el mango verde y se mezcla con salsa de pescado, zumo de lima, azúcar, chiles picados y, a veces, un poco de ajo. El resultado es una salsa brillante y llena de textura, que se sirve fría para resaltar su frescura. La textura lleva un elemento inesperado a la salsa.
Esta salsa es perfecta para mojar camarones a la parrilla, pescado frito o ensaladas de papaya verde (Som Tam). También se puede utilizar como salsa para untar en sándwiches de pollo o para aderezar ensaladas de verduras de hoja verde.
Larp Dip (Inspirado en el Larp)
Si bien el Larp es tradicionalmente una ensalada de carne picada, su perfil de sabor inconfundible se puede adaptar a un dip delicioso. El Larp se caracteriza por su uso de hierbas frescas, especias tostadas y arroz tostado, lo que le confiere una textura crujiente y un aroma intenso. Este sabor puede adaptarse a un dip cremoso.
Para crear un dip inspirado en el Larp, se combina carne picada (pollo o cerdo son buenas opciones) cocida y desmenuzada con hierbas frescas como menta, cilantro y albahaca, zumo de lima, salsa de pescado, chile en polvo y, fundamentalmente, arroz tostado y molido. Se puede añadir un poco de mayonesa o yogur para crear una textura más cremosa.
Este dip es ideal para mojar galletas saladas, crudités de verduras o incluso para untar sobre pan tostado. Su sabor complejo y vibrante evoca los sabores auténticos del noreste de Tailandia, ofreciendo una experiencia gastronómica única.
Conclusión
Explorar las salsas y dips tailandeses fríos es una aventura culinaria que recompensa con una explosión de sabores y texturas. La clave para disfrutar de estas salsas está en la calidad de los ingredientes y en el equilibrio de los sabores: dulce, ácido, salado y picante. Experimentar con diferentes recetas y ajustar las proporciones a tu gusto personal es fundamental.
Con un poco de práctica y creatividad, puedes llevar tus comidas al siguiente nivel con estos deliciosos acompañamientos. Desde el picante Nam Jim Jaew hasta el refrescante Nam Jim Wan, las salsas y dips tailandeses fríos son una forma sencilla y apetitosa de disfrutar de la auténtica cocina tailandesa en casa.